El objetivo era suministrar agua y saneamiento para uso doméstico, industrial y público en la ciudad
La presa Chuvíscar fue una de los primeras megaobras de ingeniería civil construidas en el municipio, cuyo objetivo era retener el agua del río Chuvíscar para el uso comercial, industrial y domiciliario para dar servicio a los más de 30 mil chihuahuenses que habitaban en el año de 1908, fecha de su fundación.
Es así que la presa Chuvíscar recibe el nombre del propio río al que la ciudad debe su fundación e incluso el considerarse la capital del estado. Según documentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que cuenta en su fototeca con las primeras imágenes de esta presa, tomadas en su inauguración “su construcción fue ejecutada desde marzo de 1907 por los contratistas Mcquartters, Trueheart y Cía., realizadores del proyecto de Ing. Manuel Marroquín y Rivera”.
“El objetivo era suministrar agua y saneamiento para uso doméstico, industrial y público en la ciudad de Chihuahua que había incrementado su población de diez mil habitantes a mediados del siglo XIX a más de treinta mil iniciado el XX”, explican.
En las capturas antiguas del fotógrafo Charles C. Harries se aporta un registro oficial del proceso constructivo y una toma tras bambalinas de los asistentes a la inauguración de la presa en septiembre de 1908; de quienes podían acceder a la cortina y aquellos que miraban desde abajo.
Actualmente según registros de la Conagua, existen en el estado un total de 10 presas, que en los últimos años incluso han sido escenarios de disputas por la lucha por el agua, como lo es La Boquilla o la presa Las Vírgenes.
En el municipio de Chihuahua hay un total de tres que le siguieron a la construcción de la citada, se trata de la presa El Rejón y la presa Chihuahua, que han servido como captantes y apresadoras del agua para el uso de la población.
Con el paso del tiempo, dejó de ser útil al llegar las nuevas tecnologías para llevar agua potable a través de una red de drenaje más novedosa. Además, en 1960 se construyó la Presa Chihuahua, la más grande del municipio, donde el principal aporte es del Río Chuvíscar; funciona como control y embalse de este río, el Sacramento y varios arroyos temporales con una capacidad de 32 millones de metros cúbicos; su cortina mide 817 metros de largo y 35 de altura, la cual es usada mayormente para recreación y pesca.
Es así, que la Chuvíscar dejó de suministrar agua, no había más aporte del río y con los años, se ha descuidado al punto de ser solamente una laguna sin utilidad, más que depósito de basura por personas inconscientes y mala imagen para las colonias aledañas.
En la administración municipal de Javier Garfio Pacheco, se inició la construcción del Parque Tres Presas, que uniría la Chuvíscar con El Rejón y La Chihuahua y sería una de las extensiones verdes más importantes para la recreación, deporte y turismo.
Además de anunciar proyectos de limpieza y dignificación de la presa Chuvíscar, porque se consideró por mucho tiempo como “el patio trasero de la ciudad”, incluso se dijo que se buscarían químicos adecuados para limpiar el agua por las capas verdosas en la parte superior y la suciedad dentro, pero no hubo otra acción después de eso, así que continúa sin prestar algo de utilidad, hay malos olores y está en casi abandono.
Actualmente, la presa forma parte del Parque de El Encino y de la Senda Aventura, pero está prohibido ingresar a ella por los riesgos de ahogarse o contraer alguna enfermedad por la cantidad de bacterias acumuladas y no hay posibilidad para la pesca.
Este artículo fue publicado originalmente en El Diario Lea el original.
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