Con tres salas promueven y difunden la cultura con exposiciones diversas y expresiones musicales
Chihuahua, Chih.- La histórica finca de más de 100 años conocida como Casa Siglo XIX ubicada en la avenida Juárez No. 601 entre Sexta y Ocampo, es uno de los inmuebles que ha tenido mejor preservación en su exterior al conservar la originalidad, sin contrastar con la arquitectura moderna de los tiempos modernos.
Construida entre los años 1887 y 1888 como casa habitación de Juan Terrazas, hermano del entonces terrateniente y connotado político, general Don Luis Terrazas, con un estilo neoclásico. Durante la época post-revolucionaria sirvió de albergue a diversas casas comerciales y se dividió en locales.
Está ubicada al costado poniente del jardín que se conoció con el nombre de Plaza de la Horca y actualmente con el de Plaza Merino; dicho espacio se localizaba muy cerca del famoso Parián, que fue el mercado de la villa durante los siglos XVIII y XIX.
No obstante, fue hasta el año de 1995 cuando fue adquirida por el Ayuntamiento de Chihuahua en la administración de Patricio Martínez García y se bautizó con el nombre Casa Chihuahua Siglo XIX, con tres salas que se destinaron a promover y difundir la cultura con exposiciones diversas y expresiones musicales.
Actualmente se le conoce como Museo Sebastián en honor a Enrique Carbajal, el famoso escultor camarguense, reconocido a nivel mundial, además que tiene su propia sala con réplicas a escala de sus enormes obras.
La finca fue hogar del Instituto de Cultura del Municipio (ICM), pero durante la administración municipal 2016-2018 de María Eugenia Campos Galván, se decidió que este espacio sería un museo en su totalidad y las oficinas de la dependencia cambiarían.
La última remodelación y restauración fue en febrero de 2020 con una inversión de cuatro millones 96 mil 126 pesos con la rehabilitación en la que se intervino en la reparación de la duela y techos que son de madera, además de la restauración y mantenimiento de la cantera en muros exteriores e interiores con limpieza de agua destilada y jabón neutro.
También se construyó una cenefa en manera de respirador a lo largo de los muros de adobe, para evitar que se humedezcan y dañen, y prevenir agrietamientos en las paredes del museo; además se restauraron elementos de madera original en las ventanas y puertas, incluyendo los pisos y techos.
Dichos trabajos fueron supervisados por personal del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH), que permitieron realizar los trabajos dentro de la normativa de preservación de los monumentos históricos de la ciudad.
Aunque actualmente, está limitado el acceso debido a la pandemia del coronavirus (Covid-19) y el semáforo epidemiológico en color naranja, que impide aglomeraciones, se prevén varias actividades una vez que las condiciones de salud y próximas exposiciones de artistas locales que atiendan a la convocatoria recién anunciada.