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¿Cuál es la diferencia entre un hacker y un cracker?

¿Quién es el bueno y el malo? ¿Cuál es realmente la diferencia entre un hacker y un cracker? A continuación, te explicamos en qué consiste:

Hacker/Cracker

Cuando vemos o leemos noticias sobre ciberataques, solo hay una palabra que se nos viene a la cabeza: hacker. Para la mayoría, este individuo es el que utiliza sus habilidades de programación para cometer delitos virtuales, causando problemas a gobiernos, empresas y cualquier persona con presencia en línea. Pero ¿son realmente los llamados hackers los que se dedican a robar información y cometer fraudes?

Para muchos, se trata de una representación errónea que se confunde con otro término: el del cracker. ¿Cuáles son los métodos que utiliza cada uno? ¿Quién es el bueno y el malo? ¿Cuál es realmente la diferencia entre un hacker y un cracker? A continuación, te explicamos en qué consiste:

Hacker vs cracker

Primero, veamos cuáles son las definiciones de cada uno:

Según la RAE, un hacker es una “persona con grandes habilidades en el manejo de computadoras que investiga un sistema informático para avisar de los fallos y desarrollar técnicas de mejora”. Por otro lado, un cracker se define como una “persona que se dedica a entrar en sistemas informáticos de forma no autorizada e ilegal para conseguir información, perturbarlos, alterar su funcionamiento o inutilizarlos con fines dañinos u otros propósitos delictivos”.

Esta diferencia entre un hacker y un cracker nos deja en claro que uno utiliza sus conocimientos para fines legales, mientras que el otro hace totalmente lo opuesto. Pero vayamos más a fondo.

¿Qué hace un hacker?

Un hacker es alguien que emplea sus habilidades para encontrar vulnerabilidades y ayudar a crear parches para poder lidiar con estas. Sus conocimientos en programación y seguridad se alinean con propósitos morales. Estos profesionales usualmente son contratados por empresas para llevar a cabo el llamado hacking ético, el cual tiene como objetivo hallar fallas en los sistemas, y reforzar en general las medidas de ciberseguridad.

Al llevar a cabo sus tareas, un hacker hace un registro detallado de los procesos y notifica a la organización de la que es parte para que pueda tomar cartas en el asunto. Esta es la parte en la que sale a relucir la parte ética de su profesión, o sea, no aprovecharse de estas brechas de seguridad para su propio beneficio.

Lo que mueve a un hacker es la posibilidad de construir. Su experiencia en distintos sistemas computacionales y redes les otorga la capacidad de crear entornos muy seguros.

Las herramientas que utiliza no distan mucho de las que dispone un cracker: sin embargo, su objetivo es totalmente distinto.

En suma, todo lo que hace no representa un daño para ninguna de las partes, al contrario, se trata de un trabajo en pro de la ciberseguridad.

¿Qué hace un cracker?

Un cracker es en definición un hacker, cuya falta de moral lo lleva a cometer todo tipo de actos ilícitos que solo lo benefician a él o a la entidad para la que trabaja, la cual, en ocasiones, resulta ser un gobierno, una organización criminal o hasta una compañía.

Su propósito principal es infiltrarse en redes y computadoras ajenas, una actividad ilegal que en los últimos años ha causado cualquier cantidad de estragos económicos, políticos e, incluso, sociales. Sus conocimientos en computación, software, código y demás son sus armas para cometer crímenes.

Conocidos como hackers de sombrero negro (los otros siendo los de sombrero blanco), los crackers también suelen buscar reconocimiento, que la sociedad en general conozca que es capaz de hacer determinada cosa. Aunque sus motivaciones suelen ser financieras o políticas, a veces simplemente hacen lo que hacen por mera satisfacción.

Hay otros crackers llamados script kiddies, packet monkeys, etc., que no tienen grandes conocimientos, pero que aun así llevan a cabo actividades ilícitas. Estos únicamente se dedican ejecutar programas sin saber realmente lo que hacen o cómo fueron diseñados. Aunque no son tan peligrosos, sería un error subestimar lo que pueden hacer.

Cabe señalar que un cracker no es tan habilidoso como un hacker. Muy pocos son capaces de crear sus propios programas desde cero, por lo que disponen de otros para cumplir con sus objetivos maliciosos.

Los hackers de sombrero gris

Hay una última distinción en este mundo informático en cuanto a motivaciones éticas. Los hackers de sombrero gris actúan ilegalmente para mejorar la seguridad de la red o sistema que han infiltrado. Aunque no cuentan con la autorización de la organización para hacerlo, estos hackers reportan las vulnerabilidades encontradas y usualmente reciben una remuneración. De cualquier manera, su principal objetivo es crear conciencia sobre la ciberseguridad, así que quizá su ética se alinee más con los hackers de sombrero blanco.

Aquí también pueden entrar los hacktivists, quienes infiltran una página web para dar a conocer un mensaje político. Compañías con prácticas controversiales o gobiernos que han impuesto políticas de la misma naturaleza suelen ser sus blancos. La ética de sus actos depende totalmente de qué tanto es posible comulgar con sus ideas. Anonymous es probablemente el ejemplo más claro.

Conclusión

A pesar de la representación negativa en los medios, causada principalmente por una confusión de términos, los hackers profesionales suelen ser vistos como criminales; pero, debemos pensar en algo muy importante: ¿qué sería de incontables compañías tecnológicas si no existieran individuos suficientemente capaces para poder identificar sus fallas de seguridad y hacérselas ver? No hay duda de que gran parte de la red ya pertenecía a los crackers y organizaciones delictivas.

Ahora que ya conocemos la diferencia entre un hacker y un cracker, quizá podamos contribuir a eliminar la mala imagen que tiene el primero.

Este artículo fue publicado originalmente en icorp Lea el original.

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