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¿Es verdad que la IA de Google ha cobrado conciencia? ¿Puede hacerlo?

¿Por fin llegó el día en que la IA cobre vida?

Desde Yo, robot la humanidad ha vivido aterrada con la idea de que los robots cobren vida y consciencia propia. Puede que la inteligencia artificial nos ponga un paso más cerca de ese día, y según algunos eso ya habría ocurrido en los cuarteles de una de los gigantes tecnológicos más importantes del siglo XXI: Google. El programa LaMDA, una IA  especializada en conversaciones, pudo haber cobrado consciencia según uno de los ingenieros participantes en el proyecto, ¿pero qué hay detrás de este misterioso programa?, ¿cómo funciona en verdad y es posible que en realidad esté vivo y sienta como un ser humano?

LaMDA (Language Model for Dialogue Applications, modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo en español) es un programa diseñado para tener conversaciones realistas con un ser humano prestando atención a “un aparente sinnúmero de temas”, como sucede normalmente en nuestras pláticas. El proyecto fue revelado en 2021 y está basado en Transformer, una arquitectura de redes neuronal creada por Google en 2017 y lanzada en forma de código abierto.

LaMDA utiliza los modelos de Transformer que son entrenados para leer gigantescas cantidades de texto prestando atención a la sintaxis de las oraciones. La inteligencia artificial descubre las relaciones que existen entre las diferentes palabras de una oración y predice lo que puede venir después. Esto le permite ofrecer respuestas espontáneas y coherentes. La particularidad de LaMDA es que fue entrenada exclusivamente con diálogos a diferencia de otras que leen todo tipo de textos.

¿Sienten los chatbots?

LaMDA entrena leyendo miles de millones de textos para sostener una conversación natural haciéndose pasar por una persona. Este concepto no es nuevo, pues ha existido desde hace tiempo en los chatbots, programas que pueden chatear con los usuarios con la desventaja de que muchas de sus respuestas son predeterminadas. Sin embargo la IA de Google es mucho más sofisticada. Por ejemplo, otra de las características centrales de LaMDA es que está basada en un modelo conocido como “open domain” o bien “modelo abierto”. Esto significa que el programa no tiene que ser entrenado más de una vez para tener conversaciones sobre distintos temas, generando la sensación de que “aprende”.

Que la IA pueda decir que siente algo cuando se le pregunta no quiere decir que esté diciendo la verdad, pero esa es una de las preocupaciones menores de Google. Por ahora se trata de crear un programa que no esté sometido a los mismos prejuicios que cargamos los seres humanos, reduciendo los posibles malos usos que se le pueda dar.

 Fuente codigoespagueti.com]

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