Mar y Eli

El 2022 viene lleno de colores, experimentos y Dooda es una joyería que no le da miedo aventurarse y experimentar. Gracias a las redes sociales esta marca chihuahuense ha logrado una gran cantidad de respuestas positivas con tan solo un año desde su creación. Dooda hace presencia en varias concept stores por todo México como Tulum, Monterrey, Ciudad de México, entre otros.

Estuvieron largos meses de cuarentena divagando un poco sobre formar un negocio sin tener algo concreto, solo sabían que las dos tenían un objetivo en común ligado a su estilo. La joyería empezó como un hobbie pero vieron la oportunidad de negocio y empezaron a darle estructura.

“Yo personalmente todo lo veo como un área de oportunidad mas que un error”. - Mar

Los sueños las motivan a seguir con Dooda, poner su propia tienda es algo que siempre se han imaginado. Ver la felicidad de sus clientes al momento de usar sus piezas es otra motivación que tienen Mar y Eli.

“Nos emocionamos cuando la gente comparte que trae nuestras piezas, o nos hemos topado a gente que trae nuestra joyería y para nosotras eso es muy bonito. Que padre que algo que hacemos con nuestras manos a la gente le gusta y nos sigue comprando, obviamente el dinero es motivación pero el placer de ver esas cositas reflejadas en la gente es una motivación.”

¿Qué es Dooda para ustedes?

“Nuestro bebé, sí es un negocio pero por ejemplo si no nos gusta alguna pieza que hacemos la volvemos a hacer aunque nos tome mucho tiempo, es nuestra creación. Un bebesito que necesita cuidado, atención, amor, crecimiento, orientación.”

¿Qué le aconsejarían a las nuevas generaciones de emprendedores chihuahuenses?

“Que no le tengan miedo al tabú, traemos esa ideología en la cabeza muy plasmada de decir: tu creces, estudias una carrera, te gradúas y para poder subsistir en esta vida tienes que trabajar para alguien y te quedas atorado en ese trabajo y después viene casarte y tener hijos. 

Si una persona quiere emprender se tiene que quitar esos tabús de que es muy difícil, que si, si es muy difícil. No tienes horarios, controlas los pedidos, la mano de obra, tomas las fotos, llevas los pedidos. Estar abiertos a la flexibilidad porque luego tienes una idea y te casas con esa misma idea. No ser tan egoísta y pensar que lo sabes todo, compartir tips para que todos los emprendedores crezcan. Si la competencia crece, tu también, son cosas mutuas.”

¿Cuál ha sido su mayor reto durante este proceso?

“Luchar contra nuestra mente porque muchas veces nos cuestionamos si si lo estamos bien, el miedo de los precios porque mucha gente piensa que es joyería de juguete por el simple hecho de que son muchos colores, cuando realmente está todo hecho a mano, los acabados son chapa de oro, las piezas de cerámica, de vidrio, pero como no es una joyería dorada o plateada típica no lo toman muy en serio. Sobre todo en el norte está muy marcado lo tradicional y lo vemos en muchos ámbitos y dentro de eso la joyería. Ven como cositas de colores que una niña de cinco años podría tener y dicen no pagaría mas de 50 pesos por eso, cuando nosotras estamos ofreciendo muchas cosas de calidad y hecho a mano y la gente no ve que para sacar una pieza implica muchas cosas, es algo que falta valorar. El primer error al momento de hacer un emprendimiento es que no se toma en cuenta el tiempo invertido porque eso tambien cuesta y es muy sencillo olvidar el tiempo invertido, quien me va a pagar por mi tiempo, y es muy importante porque después no dan las cuentas. Es muy poco valorado porque no es tangible.”

@doodamx